Esa estrella era mi lujo
















Esa estrella fue Burdocracia. Finaliza un ciclo pero la gratitud es infinita. Episodio final del concursorockumental y un estilo muy marcado por la buena onda de los burdocratas Fran de la Vega, Jairo Trad y Max Fernández, un estilo irremplazable. Ojalá que la amistad nunca cese y nos abra puertas mutuamente. Amigos mil gracias.
D.S.

ALVACÍO vencedores en una final disputada con los dientes


Resultados  en la gran final

ALVACÌO (campeón*)
39 puntos (jurado)
+
36 puntos (publico)
=
75 puntos

PARTE GENUINA
36 puntos (jurado)
+
39 puntos (publico)
=
75  puntos

NO ES LO Q PARECE
30 puntos (jurado)
+
22 puntos (publico)
=
52 puntos

BABY BLACK
00 puntos (jurado)
+
05 puntos (publico)
=
05 puntos

*por empate técnico se decidio galardonar a la banda mejor puntuada por el jurado.

Primer número de la flamante revistarockumental

TISMO x Ayelén Soler










"revistarockumental avanza flamante y penetra no como un pene sino como una idea, una posibilidad amaneciendo, una propuesta más actual, la comunicación mas compleja y un poco más interesante, otro espejo para las nuevas alicias del viejo abasto, jóvenes y turgentes."
d.s.




Semifinales con cobertura exclusiva...

ALVACIO x Ayelen Soler

Proximamente, en el cyber espacio: revistarockumental, la revista digital del concurso, pdf.
Primer número especial con una cobertura exclusiva de la ultima semifinal segun el ojo de Ayelen Soler, fotografa exclusiva, y textos de nuestra prestigiosa redaccion.

TISMO x  Nancy Wild  “…incorporó cuerdas en sus presentaciones. Esta bien, cuerdas puede ser una exageración, un violoncelo que le dio el tono finlandés, épico, sinfónico y en camino a cierto virtuosismo musical…”

ALVACIO x Cezary Novek “Autodefinidos como metal alternativo, yo prefiero describirlos como un rock negro, hermoso, veteado con arreglos mórbidos y un tejido lumínico que te transporta a un lugar donde el tiempo y la temperatura son irrelevantes. La manera de jugar con el contraluz recuerda a las imágenes de la caverna de Platón."

BLACK ROSE x Nancy Wild “Una banda que tiene su  trayecto siguiendo una mixtura bastante particular que la muestra como carismática. Y que no por eso se duerme en los laureles.
Ya lo dije antes, te puede gustar o no, pero no te deja indiferente…”

BABY BLACK x Martín Bonìn “Jugando por diferentes momentos al manejo de las atmosferas sonoras en donde dijeron mucho, y de lo bueno con excelencia, con trabajo mesurado y por momentos descontrolados. Se podría afirmar que es una combinación justa, propicia y necesaria…”


Respiramos poesía, sangramos rock

BARRO x Gustavo Barrera

   Vinieron amigos míos, músicos y poetas. Y se quedaron hasta el final, haciendo patria. Buen signo. Parte genuina brindó un buen show, en donde se cruzaban el histrionismo del tecladista, con los arreglos de las violas y esas letras cadenciosas, sugerentes y por momentos abismales. Un amigo me dijo: ¿pero en dónde está lo atmosférico? En las palabras. Justo ahí. Como parte de la puesta en escena, hubo un gesto comprometido sobre la gente que no está y nunca fue encontrada. Una declaración de principios que es más que un decorado. Se le cortó una cuerda a la guitarra y Fabricio Moras de Barro tuvo el noble gesto de auxiliarlos. Convidar una cuerda de tu guitarra al violero en desgracia es un acto de amor. Porque también de códigos se construye el under. 

   Subieron los chicos de No es lo que parece, una banda agradable, con una performance enérgica y alegre. Continuadores de la mejor tradición del “rock nacional” (así, a secas). Un contingente de leales los acompaña a donde sea que vayan, coreando, agitando banderas y -a veces- participando demasiado del show. Le pusieron fiesta y calor a la noche con sus anaranjados sonidos. 

   El mismísimo infierno vomitó toda la lava sonora de su estómago cuando Barro empezó a tocar. En medio de la oscuridad, podía verse el polvillo respirando entre las grietas causadas por los arañazos de esas violas y los mazazos de la batería. Porque tienen la sabiduría de atormentarnos con el rugir de la bestia para después domarla a fuerza de armonía, poesía y elevación. Cuando estás tratando de recuperarte del comienzo, te acunan con acordes cristalinos que empujan a la abstracción y el éxtasis contemplativo. Y cuando te das cuenta, ya habían parado de tocar. Pero los seguías escuchando en tu cabeza. 

  Hacía falta un shoot (no un shock) adrenalínico para poder salir del ensimismamiento, porque alguna vez terminaría la noche y había que permanecer alerta para volver sano y salvo a casa. Fucking in the sidewalk se ocupó de eso. Potente,salvaje y divertida, como siempre. Una de las bandas que más cariño despiertan. Nos obsequió con la presencia de Guido Valdés en calidad de bajista invitado. El es bajo estable de Fly Compania, otra banda concursante y competidora del mismo rubro punk (pero que abandonó antes de enfrentar las semis). Lo cual no dice poco sobre el espíritu de este concurso que exacerba la animalidad más sanguinaria y las emociones más extremas, pero siempre arriba del escenario. Tras bambalinas, se descubren pequeños florecimientos de camaradería que hacen pensar en los guerreros espartanos, en los gladiadores que luchaban por su libertad, o en los idealistas caballeros cruzados. 

   Porque la furia por sí misma no es más un neumático en llamas. Sólo encauzada en un fin noble puede elevarse a la categoría de fuego creador. La noche del 25 de mayo vivimos momentos rock de diferentes vertientes, entretejido con actos de fraternidad espontánea que armonizan bellamente con el espíritu de patriada. 

   Es el rock que queremos, que nos traslada por todos los paisajes mentales y emocionales posibles mientras mantiene la esperanza de esculpir un mundo mejor a través de la expresión creativa. Hacer rock de esa manera es una hermosa forma de hacer Patria. Respirando poesía, sangrando rock.

reportó: Cezary Novek

semifinales y no es de hombres abandonar

semifinal 1 (25 de mayo)


NO ES LO Q PARECE
PARTE GENUINA
FUCKING IN THE SIDEWALK
*BARRO



semifinal 2 (8 de junio)


ALVACIO
TISMO
BLACK ROSE
*BABYBLACK




*BARRO y BABYBLACK: mejores terceros (FLAI COMPANIA decidio abandonar)

No quedó vacío sin llenar


La tercera ronda del concursorockumental en horario de matinée ya planteaba una dinámica diferente. A la que se le sumó un invierno que, queriendo caer con gris plomo sobre Abasto 44, encontró la caliente obstinación de los organizadores, las bandas y el jurado. (Un día de estos sale nota sobre la cofradía de los jueces, lo ameritan en grupete o por separado).
Black Rose dio el puntapié inicial. Y ya se sabe, no suele ser el más fácil. Pero lo resolvió a su modo, con una base musical ochentosa, cover de Skorpions incluido, y un solista que tiene una garganta privilegiada.
En lo musical se les complica porque tienen que lidiar con toda la historia, desde los ’80 hasta nuestros conflictivos e histéricos días.
Estética que se les perdona sólo a los grandes, pero que puede costar muy caro en un concurso en el que la consigna implícita aunque no sé si declarada, es presentar propuestas innovadoras.
No me decepcionó esta banda. Más allá de que pueda acordar o no con lo que mostraron, respiran y sudan rock. Creo que si definiesen algunos puntos borrosos con respecto a qué quieren seguir siendo y mostrando las cosas se le van a simplificar bastante. Sabemos que en una ciudad con pocos escenarios, como es la aldea cordobesa, se complica definir estilos.
Cymáticos acordó con el precepto de mostrar cierta originalidad, con un concepto aceptable desde lo musical, excelentes interpretaciones de cada uno de los temas. Pero se empastó en un sonido que no permitió entender las letras.
Y no es de exquisita. Si hay una letra es que hay algo para decir y ese discurso se tiene que entender.
De otra manera hay un bache importante que difícilmente se resuelve sólo desde lo musical cuando la propuesta es un combo. Si no se corre el riesgo de que la muestra desemboque en un vacío…


Paradoja en el nombre. Lo que se llena Alvacío no deja lugar ni espacio a la contaminación de cualquier miserable bacteria.
Lo que no es lo mismo que aséptico. Porque lo que no hay en estos músicos, es lugar para la esterilización del más puro rock. Por suerte.
Los chicos tienen un marcado compromiso con la música y la letra de lo que suben a mostrar en un show que me hacía pensar que si hubiesen nacido en yanquilandia sería de otro calibre con estos recursos. Cero indiferencia, cero neutralidad, y una suma de contenidos que hacen del rock una ideología, una filosofía, una estética, una religión. Que Alvacío, por suerte, se encargó de recordarnos a todos ( y que es lo que a mí, particularmente y a esta altura, me interesa de una banda).
Tengo que señalar una diferencia en un punto.Llevaron sus gentes que bailaron y cantaron todos sus temas. Pero los demás que nos habíamos pegado al escenario no pudimos dejar de sentir como nos estaqueba el temblor.
Por qué al lado del escenario? Fue como si un hilo invisible convocase a acercarse al ritual. Si te quedabas atrás te perdías la parte del conjuro que dice:”Oye, esto es rock y esto es sangre. Esto es pasión y vida y muerte. Y la promesa de la vida eterna”.
Alvacío es calidad musical con la intención de fundar una tendencia nueva, letras con poesía, voces impecables, que tienen que aportar para que se dé la evolución a un concepto propio y personal.
Definir el qué para que el cómo no resulte un camino ríspido en lo creativo, que tiene su punto de quiebre en el escenario.
Los chicos son lo que cantan, son lo que tocan. Tienen un espíritu que arrasa cualquier convención y se la juegan ahí arriba en un escenario que no les queda para nada grande.

Yo espero que sigan tocando, que no se dejen tragar por el aparato, ni por el entorno, ni por la mediocridad, ni el individualismo ambicioso que corroe los proyectos artísticos.
Y que sea como siempre digo, Larga Vida al Rock.


Babyblack compone temas con una tendencia hacia el grunge y un vocalista al que, inevitablemente, uno compara en su registro con Eddie Vedder. Volatile me sorprendió con la calidad interpretativa, pareja y sin estridencias que desacomoden llega a un crescendo impactante. Pasa algo parecido con Kill me now, no hay mucho lugar para la duda. Saben lo que quieren lograr y lo alcanzan sin distorsiones. Cosa que no es fácil en un género del rock que lleva a la comparación con las bandas reconocidas.
Babyblack tiene una fuerza interpretativa que conmueve, y que si diese una vuelta de rosca desde la estética en las presentaciones con algunos recursos de multimedia la dejaría a la par de las mejores. No porque la multimedia deba aplicarse sí o sí, pero en estos momentos es un discurso de imagen que suma a la lectura de la música, de lo que se escucha, facilitando el ritual.
Una banda que merece el reconocimiento de una ciudad que despierta al rock.

Reportó Catalina Adriana Giménez